Mentes poderosas
Los niños de los Estados Unidos se mueren. Cuando alcanzan los diez años, una enfermedad que responde a las siglas ENIAA los mata de repente, sin apenas síntomas, y los pocos que sobreviven desarrollan ciertas capacidades que inquietan mucho a los adultos. Les asustan tanto que han metido a todos los supervivientes en campos de concentración enmascarados como centros de rehabilitación. Eso es lo que le pasa a Ruby a la tierna edad de diez años.
A los niños en los campos se les clasifica por colores según sus poderes: azul para los telequinéticos, amarillo para los que controlan la electricidad, etc. En Thurmond, uno de los centros más estrictos, Ruby consigue hacerse pasar por una Verde, que son los niños con los poderes más inocuos, y así protegerse de una muerte segura. Porque la mente de Ruby es mucho más poderosa que la de un Verde: puede hacer cosas muy peligrosas, puede dañar a la gente que quiere y tiene miedo de sí misma. Por eso, durante los siguientes seis años en el campo intenta pasar desapercibida, ser invisible, no usar sus poderes… para sobrevivir. Hasta que la Liga de los Niños la ayuda a escapar. Sin embargo, Ruby no las tiene todas consigo y, una vez fuera de Thurmond, acaba huyendo de ellos también